viernes, 19 de noviembre de 2010

El secuestro del cadáver de Evita Perón, el secreto mejor guardado de la historia.

“Confieso que tengo una ambición, una sola y gran ambición personal: quisiera que el nombre de Evita figurase alguna vez en la historia de mi Patria. Quisiera que de ella se diga, aunque no fuese más que en una pequeña nota, al pie del capítulo maravilloso que la historia ciertamente dedicará a Perón, algo que fuese más o menos esto: "Hubo al lado de Perón una mujer que se dedicó a llevarle al Presidente las esperanzas del pueblo, que luego Perón convertía en realidades". Y me sentiría debidamente, sobradamente compensada si la nota terminase de esta manera: "De aquella mujer sólo sabemos que el pueblo la llamaba, cariñosamente, Evita".


Eva Perón la mujer de los mil nombres, ocupa en la historia de Argentina y del mundo un lugar privilegiado. El papel que el destino juega en la vida de las personas nunca ha quedado mejor reflejado como en la historia de su vida. Y en su caso hasta cuando muerta, tanto así, que es incontable la cantidad de obras de teatro, películas, libros, artículos, conferencias y sucesos que tienen que ver con su legado y su recuerdo.

Hija ilegítima, novel actriz, quizás habría llegado a ser conocida solo en la bohemia de Buenos Aires. Sin embargo enamora al coronel Domingo Perón, se convierte en su esposa y de allí en la campeona de las reivindicaciones sociales de la mujer argentina, de su pueblo y líder mundial de los derechos conculcados de los desposeídos.

La veneración de la que era objeto entre las clases populares enfadaba a la Iglesia Católica, al popularizarse gran cantidad de estampas que la representaban de modo similar al que se representa a la virgen María. Su indudable influencia sobre el gobierno de Perón y su liderazgo popular la hace odiada de la oligarquía y el mando militar

Con la desaparición de Evita, el secuestro de su cadáver embalsamado, la historia ha asistido a otro de sus capítulos más negros, nebulosos y rodeados de claves enigmáticas que tienen que ver con la más pura irracionalidad y los peores instintos que anidan en la personalidad humana y que suelen asomar su hedor en los momentos de convulsión social de los pueblos, siempre de la mano de quienes ostentan el poder que otorga la fuerza de las armas, en disputa con aquellos otros de sotana y escapulario, en su permanente ambición de ser directrices del orden establecido y la voluntad de los pueblos.

El odio irracional del antiperonismo a Eva Perón se trasladó a su cadáver y su memoria.
Los militares que asaltaron el poder el 16 de septiembre de 1955, la hicieron rápido blanco de su revanchismo.
Tras el asalto al Estado, durante el breve gobierno del general Lonardifue designado intereventor de la CGI (Confederación General del Trabajo) el coronel Manuel Raimundes. Este se hizo cargo del edificio de Azopardo 802, donde en el segundo piso se encontraba el cadáver de María Eva Duarte de Perón. Los militares recién llegados al poder dudaron por su aspecto marmóreo que fuese el cuerpo de Evita, pese a la certificación del doctor Pedro Ara, autor del embalsamamiento delcuerpo. Sospecharon que podría haber sido sustituído.

Se nombró una Comisión de médicos legistas encabezada por el médico radical Nerio Rojas, conocido por su “gorilismo”. La “Comisión Técnica” que pudo limitarse a sacar radiografías para verificar la existencia de los órganos y su condición humana, optó con ensañamiento por mutilar el cuerpo, amputándole el dedo meñique. El que nunca más fue repuesto. Fue verificado el tejido humano y probada radiográficamente que se trataba del cuerpo de Evita.

Destituido Lonardi por el Dictador Pedro Eugenio Aramburu el 13 de Noviembre de 1955, fue designado Jefe del Servicio de Informaciones del Ejército, el coronel Carlos Eugenio Moore Koenig, haciéndose cargo de la custodia de los restos mortales de Eva Perón. El 22 de diciembre del mismo año, aquel dispuso el retiro secretamente del cadáver en un camión conducido por el capitán de Ejército Rodolfo Fráscoli. Primeramente fue llevado al regimiento I de Infantería de Marina. Al día siguiente se trasladó el féretro a una casa de Belgrano, luego a una casa de un oficial militar en Saavedra y finalmente al edificio del SIE (Servicio de Información del Ejército), donde es oculto en el cuarto piso entre unos cajones.

El coronel Moore Koenig desarrolla una patológica y perversa relación con los restos, donde se siente “dueño” del cadáver y concluye “enamorándose” de la imagen y cuerpo presente de aquella mujer que tanto odiara en vida. Termina ocultando a sus superiores el lugar donde se encuentra el féretro y finalmente es separado del cargo y trasladado detenido a Comodoro Rivadavia.

Su remplazante, el coronel Mario
Cabanillas descubre el cadáver y comunica el hallazgo en forma oficial. Aparentemente, fue trasladado en forma temporaria al edificio del SIDE (Servicio de Información del Estado). Allí se perdió el rastro del destino final de los restos de Evita.
El lugar donde se ocultó el cuerpo secuestrado, fue el secreto mejor guardado durante más de quince años. Las especulaciones fueron de todo tipo: desde que había sido destruido mediante su incineración o arrojándolo al Río de la Plata, hasta que habría sido enterrado en un convento de Roma, en Varsovia, en la isla Martín García o en campo de Mayo. Un pacto de silencio entre la cúpula militar impidió saber cual había sido su destino.

El general Perón desde el exilio y el movimiento Peronista, reclamaron permanentemente su devolución. Ya desde Panamá en 1955, mediante telegrama Perón exigió le fuera entregado a Elsa Chamorro, presidenta de la primera “Comisión Pro Recuperación de los Restos de Eva Perón”. Desde entonces no cesó en sus reclamos.

Pese a que por Decreto ley 4161, vigente hasta 1964, se prohibió en toda la República Argentina mencionar el nombre de Eva Perón, el peronismo convirtió desde 1955 el reclamo de la aparición de sus restos mortales en bandera de lucha de la resistencia. Fue exigencia permanente de los pronunciamientos sindicales y del movimiento obrero.

La Juventud peronista, alentó en sus distintos nucleamientos el recuerdo y el homenaje a Eva Perón, convirtiendo en una prioridad la aparición de sus restos. En 1963, un comando juvenil bajo la dirección de Osvaldo Agosto, se apropió del histórico sable del general San Martín, el padre de la Patria, exigiendo a cambio la devolución de su cuerpo.

Debió pasar casi una década más, hasta que en 1971, el gobierno de facto del general Lanusse, frente a la imposibilidad de pacificar el país y frenar el incontrolable avance del peronismo, se vió obligado a negociar con el ilustre exiliado en Madrid, las condiciones para el restablecimiento de las instituciones democráticas en la Argentina.

La devolución del cadáver de Eva Perón, fue una exigencia ineludible. Quienes durante quince años negaron conocer el destino del mismo, finalmente procedieron a reintegrarlo, trasladándolo a Madrid desde un cementerio en Milán, Italia, donde había estado enterrado con nombre supuesto.

En efecto, en 1957 una misión militar absolutamente secreta dirigida por el mayor de inteligencia Hamilton Díaz, por orden del Gobierno, fue la encargada de desenterrar el féretro y llevar el cuerpo a Europa, donde Perón, acompañados por un sacerdote, con instrucciones de la iglesia, para intermediar ante los religiosos italianos custodios del entierro.

Así fue sepultada, bajo el nombre falso de “María Maggi de Magistis”, una italiana viuda, emigrada a la Argentina cinco años antes, en el espacio 86, jardin H 1, del Cementerio de Milán.

Allí sus restos habían permanecido en una tumba sin cuidado ni atención, hasta el 2 de septiembre de 1971.

El “dato” había sido guardado en un sobre sellado entregado por Pedro Aramburu a un escribano público con la indicación de hacerlo llegar después de su muerte a quien fuera Presidente de la República. Así fue como Alejandro Agustín Lanusse entró en posesión de esta ubicación y se resolvió hacer lugar a esta fundamental exigencia del general Perón.

El Embajador argentino en España, brigadier Rojas Silveyra y el coronel Cabanillas fueron los encargados de entregar el ilustre cuerpo a Juan Perón, en su casa de Puerta de Hierro, en Madrid.

Al contemplar el cuerpo y sus mutilaciones, el general Perón exclamó: ¡Qué atorrantes…! Y se puso a llorar, dándole la espalda a los nombrados. Si bien luego guardó pudoroso silencio sobre el estado en que le fueron devueltos los restos, finalmente trascendió la brutal demencia del gorilismo, mucho mayor que la imaginada.

Blanca y Emilia Duarte, quienes habían viajado a Madrid para ver el cuerpo de su hermana, en el año 1985, en respuesta a un artículo periodístico, publicaron un comunicado en que decían:

“Nuestra intención no es revisar heridas antiguas que nos siguen haciendo sufrir. Pero no podemos ni debemos permitir que la historia sea desnaturalizada. Por eso damos testimonio aquí de los malos tratos infligidos a los despojos mortales de nuestra querida hermana Evita:
- varias cuchilladas en la sien y cuatro en la frente
- un gran tajo en la mejilla y otro en el brazo, al nivel del húmero
- la nariz completamente hundida, con fractura del tabique nasal
- el cuello prácticamente seccionado
- un dedo de la mano, cortado
- las rótulas, fracturadas
- el pecho, acuchillado en cuatro lugares
- la planta de los pies está cubierta por una capa de alquitrán
- la tapa de zinc del ataúd tiene las marcas de tres perforaciones, sin duda intencionadas
(En efecto, el ataúd estaba completamente mojado por dentro, la almohada estaba rota y el aserrín de relleno, pegado a los cabellos).
- el cuerpo había sido recubierto de cal viva y mostraba en algunas partes las quemaduras provocadas por la cal
- los cabellos eran como lana mojada
- el sudario, enmohecido y corroído.

En 1974, el general Perón dispuso que los restos de Evita regresaran a la Argentina para ser enterrados en una bóveda familiar en el cementerio de La Recoleta en la ciudad de Buenos Aires. Su póstumo deseo se cumplió el 17 de Noviembre de 1974.
Perón regresó al país, pero sin el cadáver de Evita. Persistentes,
los Montoneros secuestraron entonces el cadáver de
Aramburu y dijeron que lo devolverían cuando fueran repatriados los restos de "la compañera Evita. Pero sería Isabelita, nombre con que se conocía a María Estela Martínez de Perón, la que asumió como Presidente de la República a su muerte acaecida el 12 de junio de 1974, la que dispuso repatriar sus restos y traerlos al país, lo que ocurre el 17 de noviembre de 1974.
Antes de proceder a su sepultación y bajo estricto secreto, en un gesto de reparación histórica, dispuso que el taxidermista Domingo Isaac Tellechea, restaurara completamente su malogrado cadáver, el que nuevamente ostentó su hermosa y serena lozanía.

Concluyó así el largo y vejatorio periplo con que sus secuestradores creyeron vanamente poder borrar de la memoria de los argentinos los sentimientos de amor y de veneración hacia ella. El cadáver viajero por fin pudo descansar en paz en su tierra natal.

martes, 12 de octubre de 2010

LOS ACONTECIMIENTOS QUE DESENCADENARON EN EL 17 DE OCTUBRE


Cronología del 17 de Octubre de 1945.



Del 8 al 17 de Octubre

8 de octubre - Unos cuarenta jefes militares se reúnen con el Coronel Perón en su despacho y son intimados a una definición: si están disconformes, se retirará pero, si le ratifican su confianza, el que deberá irse será Ávalos. La decisión es favorable al Coronel Perón ya que no consideran que el nombramiento de Nicolini sea una afrenta contra el Ejército. De regreso a Campo de Mayo, Ávalos explica su fracaso y cunde el descontento; la contrapropuesta es marchar sobre Buenos Aires para lo que cuentan con el apoyo de los alumnos de la Escuela de Guerra. Ávalos propone una reunión para el día siguiente.



9 de octubre - Al amanecer, Ávalos recibe la intimación de la Escuela Superior de Guerra: debe exigir a Farrell la separación de Perón de sus cargos de Vicepresidente, Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión. El secretario Franklin Lucero, al tener noticias de que Campo de Mayo está movilizado, envía al General Von der Becke a hablar con los rebeldes. A pesar de todas las gestiones, el Coronel debe presentar su renuncia a la que agrega la solicitud de retiro "para que vean que no me ha temblado la mano".



10 de octubre - Se nombra Ministro de Guerra al Gral. Eduardo Ávalos.
Perón se despide desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, previa autorización de Farrell que accede a que el acto sea transmitido por radio.



11 de octubre - Se convoca a elecciones para el 7 de abril de 1946. A las 23,00 hs. Perón decide aceptar la invitación de Román Subiza de instalarse por unos días en su estancia en San Nicolás partiendo en auto con Evita. A último momento, cambia el destino y decide ir a una isla que posee el padre de Rudi Freude, en el Delta, cerca de las Tres Bocas. Perón encarga a Mercante que informe de su destino al Ministro de Guerra, para no rehuir responsabilidades.



12 de octubre - Se comunica que ha renunciado todo el Gabinete. En la Plaza San Martín una multitud pide la entrega del Gobierno a la Corte Suprema de Justicia.



13 de octubre - En la madrugada del sábado 13, el jefe de policía, Mittelbach, se apersona en el Tigre y el Coronel Perón es detenido en el recreo Tres Bocas de las islas del Delta. El subjefe de policía, Mayor D'Andrea lo lleva a la cañonera Independencia. Posteriormente es trasladado a la isla Martín García.

Mercante debe presentarse detenido en Campo de Mayo.

El ex director de delegaciones regionales de la Secretaría de Trabajo, al enterarse de la detención del Coronel Perón, se comunica telefónicamente con cada Delegación, informando lo ocurrido.



14 de octubre
- Juan Álvarez, el Procurador General de la Nación realiza gestiones para tratar de formar un gabinete de conciliación nacional.



15 de octubre - Se deroga el Estatuto Orgánico de los Partidos Políticos.

Un recurso de habeas corpus interpuesto en favor del Coronel Perón es rechazado.



16 de octubre - En la mañana, la comisión general de la CGT se reúne en la sede de los tranviarios y tras un largo debate, se aprueba una huelga por 24,00 hs. a partir de las cero horas del día 18.

El capitán médico Miguel Ángel Mazza informa al Ministro de Guerra que el Coronel Perón padece una antigua afección pulmonar que se agrava por la humedad de la isla y que requiere atención hospitalaria. Al anochecer del día 16, manifestantes de Avellaneda intentan cruzar el puente hacia la Capital. Cerca de trescientos avanzan por Montes de Oca y son disueltos por la policía. Siguen llegando: de Villa Urquiza y de San Fernando.



17 de octubre - Ya entrada la mañana, se suman otros que cantan "sin galera y sin bastón, los muchachos de Perón", llegan desde Ensenada, Berisso, Gerli, Quilmes... El movimiento espontáneo se adelanta a la huelga. Son gente extraña para los porteños del centro, son los descamisados.

En Tucumán, los trabajadores de los ingenios que estaban en huelga desde el día anterior, marchan de Lules a Mercedes. Se les unen los ferroviarios.

En Córdoba, los grupos de trabajadores llegan desde Alta Córdoba, de las canteras, hacia el centro.

Perón es traído de Martín García al Hospital Militar Central de Buenos Aires en horas de la madrugada. Juan Álvarez presenta la lista de candidatos para integrar el nuevo gabinete: Tomás Amadeo, Alberto Hueyo, I. Ruiz Moreno, Jorge Figueroa Alcorta y Antonio Vaquer.

17,00 hs.: el Gobierno aprecia que no puede dispersar a la multitud que ocupa la Plaza de Mayo, pues ya hay más de cien mil personas y siguen llegando en camiones de Cañuelas, Campana, Santos Lugares. El pueblo pide la presencia de Perón. Ávalos hace traer a Mercante para tranquilizarlos.

Finalmente, los dos van a hablar con Perón al Hospital Militar.

El presidente Farrell se comunica con Perón y éste acepta su invitación de concurrir a la Casa de Gobierno.

A las 23,00 hs. Perón llega a la Casa de Gobierno y, por fin, sale al balcón. Se escucha la voz de Farrell por los altoparlantes: "¡Atención Señores! ... El hombre que por su dedicación y su empeño ha sabido ganarse el corazón de todos: el Coronel Perón..." La multitud ya no escuchaba las palabras del Presidente, sólo vivaban a Perón.



Despedida

La calle Perú entre Victoria y Julio A. Roca fue el lugar desde donde, en un improvisado palco, el Coronel Perón pronunció su discurso de despedida, después de la renuncia al cargo en la Secretaría de Trabajo y Previsión, el día 10 de octubre a las 19,30 horas.

"Trabajadores: termino de hablar con los empleados y funcionarios de la Secretaría de Trabajo. Les he pedido como mi última voluntad de secretario de Trabajo y Previsión, que no abandone nadie los cargos que desempeñan, porque se me habrían presentado numerosísimas renuncias. Yo considero que en esta hora el empleo en la secretaría no es un puesto administrativo, sino un puesto de combate, y los puestos de combate no se renuncian, se muere en ellos.

Esta casa, fundada hace un año y medio, se ha convertido en la esperanza de los hombres que sufren y trabajan. Esa esperanza no debe ser defraudada por nadie porque acarrearía las mayores desgracias a nuestra patria.

Despojado de toda investidura, hablo hoy a mis amigos los trabajadores, expresándoles, por última vez desde esta casa, todo lo que mi corazón siente hacia ellos y todo lo que he de hacer en mi vida por su bien.

Si la revolución se conformara con dar comicios libres no habría realizado sino una gestión en favor de un partido político. Esto no pudo, no puede, ni podrá ser la finalidad exclusiva de la revolución. Eso es lo que querrían algunos políticos para poder volver; pero la revolución encarna en sí las reformas fundamentales, que se ha propuesto realizar en lo económico, en lo político y en lo social. Esa trilogía representa las conquistas de esta revolución que está en marcha y que cualesquiera sean los acontecimientos no podrán ser desvirtuados en su contenido fundamental.

La obra social cumplida es de una consistencia tan firme que no cederá ante nada, y la aprecian no los que la denigran sino los obreros que la sienten. Esta obra social que sólo los trabajadores la aprecian en su verdadero valor, debe ser también defendida por ellos en todos los terrenos.

La Secretaría de Trabajo y Previsión acometió hace un año y medio dos enormes tareas; la de organizar el organismo y la de ir, sobre la marcha, consiguiendo las conquistas sociales que se consideraban más perentorias para las clases trabajadoras. Sería largo enumerar las mejoras logradas en lo que se refiere al trabajo, a la organización del trabajo, a la organización del descanso, al ordenamiento de las remuneraciones y a todo lo que concieme a la previsión social.

Esta tarea realmente ciclópea se ha cumplido con este valioso antecedente: las conquistas obtenidas lo han sido con el absoluto beneplácito de la clase obrera, lo que representa un fenómeno difícil de igualar en la historia de las conquistas sociales.

En el campo de la previsión social hemos comenzado por realizar una propaganda sobre el ahorro -posible con los mejores salarios- y luego propugnamos por el incremento de las mutualidades. Se ha aumentado el número de los argentinos con derecho a jubilación en cifras verdaderamente extraordinarias, y a este respecto cabe destacar la iniciativa de la Confederación de Empleados de Comercio, que constituye un triunfo y un motivo de orgullo para la previsión social argentina.

Hemos defendido desde aquí a todas las organizaciones obreras, las que hemos propugnado, facilitándoles su desenvolvimiento. Desde esta casa no se ordenó jamás la clausura de un sindicato obrero ni se persiguió nunca a un trabajador; por el contrario, siempre que nos fue posible pedimos a las autoridades la libertad de obreros detenidos por distintas causas.

A diferencia de lo que ha sucedido en otras partes o en otros tiempos, las autoridades han defendido a las organizaciones obreras en lugar de molestarlas o perseguirlas. Es así que terminamos de dictar un decreto-ley referente a las organizaciones profesionales. Cuando llegué a la Secretaría de Trabajo, el primer pedido que recibí de los obreros fue la derogación de un decreto del año 1943 en el que se establecía para las asociaciones gremiales un régimen de tipo totalitario.

El primer decreto que firmé en esta secretaría fue la derogación de ese reglamento, y tengo la satisfacción de decir que el último que he firmado es el nuevo régimen legal de las asociaciones profesionales, que difiere fundamentalmente del anterior, y con respecto al cual puedo asegurar que es de lo más avanzado que existe en esta materia. Bastaría decir que bajo este cuerpo legal, el gobierno, que puede intervenir una provincia o una asociación de cualquier orden, no puede intervenir, en cambio, los sindicatos obreros.

También dejo firmado un decreto de una importancia extraordinaria para los trabajadores. Es el que se refiere al aumento de sueldos y salarios, implantación del salario móvil, vital y básico, y la participación en las ganancias. Dicho decreto que he suscripto en mi carácter de secretario de Estado tiene las firmas de los ministros de Obras Públicas y de Marina, y beneficia no solamente a los gestores de la iniciativa -la Confederación de Empleados de Comercio- sino a todos los trabajadores argentinos.

Y ahora, como ciudadano, al alejarme de la función pública, al dejar esta casa que para mí tiene tan gratos recuerdos, deseo manifestar una vez más la firmeza de mi fe en una democracia perfecta, tal como la entendemos aquí.

Dentro de esa fe democrática fijamos nuestra posición incorruptible e indomable frente a la oligarquía. Pensamos que los trabajadores deben confiar en sí mismos y recordar que la emancipación de la clase obrera está en el propio obrero. Estamos empeñados en una batalla que ganaremos porque es el mundo el que marcha en esa dirección. Hay que tener fe en esa lucha y en ese futuro. Venceremos en un año o venceremos en diez, pero venceremos.

En esta obra, para mí sagrada, me pongo hoy al servicio del pueblo, y así como estoy dispuesto a servirlo con todas mis energías juro que jamás he de servirme de él para otra cosa que no sea su propio bien. Y si algún día, para despertar esa fe, ello es necesario, me incorporaré a un sindicato y lucharé desde abajo.

Al dejar el gobierno, pido una vez más a ustedes que se despojen de todo otro sentimiento que no sea el de servir directamente a la clase trabajadora. Desde anoche, con motivo de mi alejamiento de la función pública ha corrido en algunos círculos la versión de que los obreros estaban agitados. Yo les pido que en esta lucha me escuchen. No se vence con violencia; se vence con inteligencia y organización. Por ello les pido también que conserven una calma absoluta y cumplir con lo que es nuestro lema de siempre, del trabajo a casa y de casa al trabajo.

No debemos por ninguna causa exponer la tranquilidad de un obrero o la felicidad de una familia. Hemos de luchar con inteligencia y organización, y así, el triunfo será nuestro.

Debo decirles que he hablado con el Exmo. Señor Presidente de la Nación, quien me ha prometido que la obra social realizada y las conquistas alcanzadas serán inamovibles y seguirán su curso. Pido, pues, el máximo de tranquilidad a todos los trabajadores del país, tranquilidad y calma es lo que necesitamos para seguir estructurando nuestras organizaciones y hacerlas tan poderosas que en el futuro sean invencibles. Y si un día fuese necesario he de formar en sus filas para obtener lo que sea justo. Mientras tanto que sea la calma y la tranquilidad la que guíe los actos de los obreros para que no se perjudique esta magnífica jornada de justicia social. Pido orden para que sigamos adelante en nuestra marcha triunfal pero, si es necesario, algún día pediré guerra.

Y ahora quiero que demos una vez más ese ejemplo de cultura que han exhibido en esta ciudad las masas de trabajadores, les pido a todos que llevando en el corazón nuestra bandera de reivindicaciones piensen cada día de la vida que hemos de seguir luchando inquebrantablemente por esas consignas que representan los objetivos que han de conducir a nuestra República a la cabeza de las naciones del mundo. Recuerden y mantengan grabado el lema "de casa al trabajo y del trabajo a casa" y con eso venceremos.

Para terminar no voy a decirles adiós les voy a decir "hasta siempre", porque desde hoy en adelante estaré entre ustedes más cerca que nunca, y lleven finalmente esta recomendación de la Secretaría de Trabajo y Previsión: únanse y defiéndanla, porque es la obra de ustedes y es la obra ‘nuestra’".



El público se desconcentró en manifestación por varias calles céntricas, vivando al Coronel Perón y señalándolo como futuro "Jefe de Estado".



Discurso del Coronel Perón desde el balcón de la Casa de Gobierno

el 17 de octubre de 1945, a las 23 horas. de ese día


"Trabajadores: hace casi dos años dije desde estos mismos balcones que tenía tres honras en mi vida: la de ser soldado, la de ser un patriota y la de ser el primer trabajador argentino. Hoy a la tarde, el Poder Ejecutivo ha firmado mi solicitud de retiro del servicio activo del Ejército. Con ello, he renunciado voluntariamente al más insigne honor al que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la Nación. Ello lo he hecho porque quiero seguir siendo el coronel Perón, y ponerme con este nombre al servicio integral del auténtico pueblo argentino. Dejo el sagrado y honroso uniforme que me entregó la Patria para vestir la casaca de civil y mezclarme en esa masa sufriente y sudorosa que elabora el trabajo y la grandeza de la Patria.

Por eso doy mi abrazo final a esa institución, que es el puntal de la Patria: el Ejército. Y doy también el primer abrazo a esa masa grandiosa, que representa la síntesis de un sentimiento que había muerto en la República: la verdadera civilidad del pueblo argentino. Esto es pueblo. Esto es el pueblo sufriente que representa el dolor de la tierra madre, que hemos de reivindicar. Es el pueblo de la Patria. Es el mismo pueblo que en esta histórica plaza pidió frente al Congreso que se respetara su voluntad y su derecho. Es el mismo pueblo que ha de ser inmortal, porque no habrá perfidia ni maldad humana que pueda estremecer a este pueblo, grandioso en sentimiento y en número. Esta verdadera fiesta de la democracia, representada por un pueblo que marcha, ahora también, para pedir a sus funcionarios que cumplan con su deber para llegar al derecho del verdadero pueblo.

Muchas veces he asistido a reuniones de trabajadores. Siempre he sentido una enorme satisfacción: pero desde hoy, sentiré un verdadero orgullo de argentino, porque interpreto este movimiento colectivo como el renacimiento de una conciencia de trabajadores, que es lo único que puede hacer grande e inmortal a la Patria. Hace dos años pedí confianza. Muchas veces me dijeron que ese pueblo a quien yo sacrificara mis horas de día y de noche, habría de traicionarme. Que sepan hoy los indignos farsantes que este pueblo no engaña a quien lo ayuda. Por eso, señores, quiero en esta oportunidad, como simple ciudadano, mezclarme en esta masa sudorosa, estrecharla profundamente en mi corazón, como lo podría hacer con mi madre. (En ese instante, alguien cerca del balcón le gritó: ¡un abrazo para la vieja!) Perón le respondió: Que sea esta unidad indestructible e infinita, para que nuestro pueblo no solamente posea una unidad, sino para que también sepa dignamente defenderla. ¿Preguntan ustedes dónde estuve? ¡Estuve realizando un sacrificio que lo haría mil veces por ustedes! No quiero terminar sin lanzar mi recuerdo cariñoso y fraternal a nuestros hermanos del interior, que se mueven y palpitan al unísono con nuestros corazones desde todas las extensiones de la Patria. Y ahora llega la hora, como siempre para vuestro secretario de Trabajo y Previsión, que fue y seguirá luchando al lado vuestro para ver coronada esa era que es la ambición de mi vida: que todos los trabajadores sean un poquito más felices.

Ante tanta nueva insistencia, les pido que no me pregunten ni me recuerden lo que hoy ya he olvidado. Porque los hombres que no son capaces de olvidar, ni merecen ser queridos y respetados por sus semejantes. Y yo aspiro a ser querido por ustedes y no quiero empañar este acto con ningún mal recuerdo. Dije que había llegado la hora del consejo, y recuerden trabajadores, únanse y sean más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse nuestra hermosa Patria, en la unidad de todos los argentinos. Iremos diariamente incorporando a esta hermosa masa en movimiento a cada uno de los tristes o descontentos, para que, mezclados a nosotros, tengan el mismo aspecto de masa hermosa y patriótica que son ustedes.

Pido, también, a todos los trabajadores amigos que reciban con cariño éste mi inmenso agradecimiento por las preocupaciones que todos han tenido por este humilde hombre que hoy les habla. Por eso, hace poco les dije que los abrazaba como abrazaría a mi madre, porque ustedes han tenido los mismos dolores y los mismos pensamientos que mi pobre vieja querida habrá sentido en estos días. Esperamos que los días que vengan sean de paz y construcción para la Nación. Sé que se habían anunciado movimientos obreros; ya ahora, en este momento, no existe ninguna causa para ello. Por eso les pido, como un hermano mayor, que retornen tranquilos a su trabajo y piensen. Y hoy les pido que retornen tranquilos a sus casas, y esta única vez, ya que no se los puedo decir como secretario de Trabajo y Previsión, les pido que realicen el día de paro festejando la gloria de esta reunión de hombres que vienen del trabajo que son la esperanza más cara de la Patria.

He dejado deliberadamente para lo último, el recomendarles que antes de abandonar esta magnífica asamblea, lo hagan con mucho cuidado. Recuerden que entre todos hay numerosas mujeres obreras, que han de ser protegidas aquí y en la vida por los mismos obreros; y, finalmente, recuerden que estoy un poco enfermo de cuidado y les pido que recuerden que necesito un descanso que me tomaré en el Chubut ahora, para reponer fuerzas y volver a luchar codo a codo con ustedes, hasta quedar exhausto si es preciso. Pido a todos que nos quedemos por lo menos quince minutos más reunidos, porque quiero estar desde este sitio contemplando este espectáculo que me saca de la tristeza que he vivido en estos días".


viernes, 8 de octubre de 2010

imagenes y audio de la visita de peron a lobos en conmemoracion por su nacimiento.

http://www.youtube.com/watch?v=2N_1vThzLCM

FELIZ CUMPLE GENERAL¡¡¡

“Es la mañana del 8 de octubre de 1895. En el patio de una amplia casona de la calle Buenos Aires, en el pueblo de Lobos, un niño de cuatro años ha interrumpido sus juegos. Mario Avelino Perón no entiende bien lo que está sucediendo: su madre, doña Juana, no ha salido ese día de la habitación, un agitado ir y venir de gente extraña lo inquieta y los persistentes berridos que de pronto llenan la casa acaban por intrigarlo. Por fin, su tía Francisca aparece con un recién nacido en brazos. Ha llegado al mundo su hermanito prometido”. Estas palabras corresponden a una obra titulada Perón, el hombre del destino, editada en febrero de 1974, bajo la dirección de Enrique Pavón Pereyra, cuando todavía vivía el general Juan Domingo Perón. Se ha dicho mucho y se sigue diciendo acerca de la fecha y el lugar de nacimiento de Juan Domingo Perón. Aún hoy se siguen publicando obras escritas por autores nacionales y extranjeros, que ponen en duda estos datos que nuestro Instituto Nacional entiende como ciertos, basándose en que tanto la obra que citamos como la biografía escrita sobre Perón en vida, aceptada como real por él mismo, así lo afirman. Su nacimiento, su infancia repartida entre el campo bonaerense y los rigores de la Patagonia, los cuidados de sus padres y su formación militar, forjaron su personalidad hasta convertirlo en la figura más fuerte que marcó el siglo XX en la República Argentina por sus capacidades de conductor, de gobernante y de estadista. Su mayor aporte a la patria fue, sin lugar a dudas, su tarea sin descanso por la dignidad de los trabajadores, su sensibilidad para con los más necesitados y su dedicación a los humildes que llevó adelante con tesón, bajo las banderas rectoras de la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. Su llegada al gobierno después del glorioso 17 de octubre de 1945 que selló para siempre la unión del líder con su pueblo, produjo la puesta en marcha de una revolución en paz y el surgimiento del Movimiento Nacional Justicialista, con su herramienta electoral, el Partido Justicialista, que sigue siendo el más grande de nuestro país. Hoy, día en que se cumple un nuevo aniversario del natalicio de Juan Domingo Perón, queremos recordarlo diciendo: ¡Gloria y honor al hombre que colmó de felicidad al Pueblo y dio grandeza a la Nación!
FUENTE: EL ORTIVA

lunes, 27 de septiembre de 2010

28 de septiembre de 1951 intento de golpe de estado encabezado por menendez.

a continuación el discurso que pronunciaría evita luego de los terribles acontecimientos del 18 de septiembre encabezados por luciano benjamin menendez.

EVITA DISCURSO 28 SEPTIEMBRE DE 1951

A las 9 de la noche del día 28 de septiembre de 1951 Eva habló así a su país”.

“El general Perón acaba de enterarme de los acontecimientos producidos en el día de hoy.

Por eso no he podido estar esta tarde con mis descamisados en la Plaza de Mayo de nuestras glorias. Pero no quiero que termine este día memorable sin hacerles llegar mi palabra de agradecimiento y homenaje, uniendo así mi corazón de mujer argentina y peronista al corazón de mi pueblo, que hoy ha sabido probar, una vez más, la grandeza de su alma y el heroísmo de su corazón.

“El pueblo argentino tiene derecho a ser respetado y a ser defendido en su voluntad soberana, en sus derechos y en sus conquistas, porque es lo mejor de esta tierra; y lo mejor de este pueblo que es Perón, tiene que ser defendido así, como hoy, por todo su pueblo: por los trabajadores, que han sabido convertirse en escudo y trinchera de Perón; por las mujeres que han dado en esta jornada histórica una lección de fortaleza y de fervor por la causa de Perón; y por las Fuerzas Armadas, que han sabido ser dignas de la grandeza de su pueblo.

“Yo les doy a todos las gracias en nombre de los humildes, de los descamisados, por quienes he dejado gustosa en mi camino jirones de mi salud, pero no de mi bandera; y les pido con todas las fuerzas de mi alama que sigan siendo felices con Perón, como hoy, hasta la muerte, porque Perón se lo merece, porque se lo ha ganado y porque tenemos que pagarle con nuestro cariño las infamias de sus enemigos, que son los enemigos de la patria y del pueblo mismo.

“Yo espero estar pronto en la lucha con ustedes, como todos los días de estos años felices de esta nueva Argentina de Perón, y por eso les pido que rueguen a Dios para que me devuelva la salud que he perdido, no para mí, sino para Perón y para ustedes, para mis descamisados.

“A todos les dejo un gran abrazo de mi corazón. Para mí no hay otra cosa en el mundo que el amor de Perón y de mi pueblo”. El discurso había finalizado y todas las emisoras argentinas volvieron a su programación habitual; sin embargo, Evita, ya en el umbral de la muerte, se había dirigido al pueblo y, debido a su voluntad y espíritu inquebrantables, sacó fuerzas de donde quizá ya no las había para agradecerle a sus descamisados, al pueblo humilde de la Argentina, por haber respaldado a su esposo, el presidente Perón. De todos los grandes discursos de Evita es el que acabo de transcribir uno de los más elocuentes y significativos pues lo transmite por la radio desde su lecho porque la enfermedad -de incontenible virulencia- la ha postrado. Se dice que mientras pronunciaba el mensaje sufría dolores insoportables, sin embargo, sintió tener una deuda de gratitud para con su pueblo. La palabra gratitud es la importante, y grande fue el sacrificio de Evita. A nosotros sólo nos queda acudir a las urnas el día de mañana para darle el voto al candidato de nuestra preferencia.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

22 de septiembre de 1974 fallece juan jose hernandez arregui

"Usted tiene el mérito de ser uno de los pocos intelectuales que ha sido capaz de sembrar ideas por las cuales valga la pena morir, o vivir peleando por su aplicación -que es lo mismo-. Y nosotros hemos leído sus trabajos hace tiempo, cuando superando la adhesión emocional al peronismo que nos impulsaba a la acción, debimos buscar bases más firmes y sólidas para seguir luchando". (carta dirigida a Juan José Hernández Arregui por Envar El Kadri, de las FAP -Fuerzas Armadas Peronistas- el 15 de enero de 1970.)

Nació en Pergamino, el 29 de septiembre de 1913, y falleció en Buenos Aires, el 22 de septiembre de 1974. Cursó Derecho en la Universidad de Buenos Aires, pero debió trasladarse a Villa María (Córdoba), y en 1931 se afilió a la UCR yrigoyenista, y escribió en sus órganos periodísticos Debate, Doctrina Radical y La Libertad. Durante la década de 1940, estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la capital cordobesa, en la que tuvo como principal maestro al insigne Rodolfo Mondolfo, y allá se graduó con una tesis sobre "Las bases sociológicas de la cultura griega" en 1944.

En 1947, se produjo un primer acercamiento al peronismo, de la mano de Arturo Jauretche, quien lo llevó a colaborar en el gobierno bonaerense, como Director de Publicaciones y Prensa del Ministerio de Hacienda. Por ese tiempo disertó sobre "La Universidad y la Reforma del 18", en vísperas de sancionarse una Ley Universitaria. En 1948 empieza su labor docente en la Universidad Nacional de La Plata, como Profesor Adjunto de Introducción a los Estudios Históricos, y en la Facultad de Ciencias Económicas de Buenos Aires, hasta el golpe setembrino de 1955.

Entre sus obras se cuentan: Imperialismo y cultura (1957), La formación de la Conciencia Nacional (1960), ¿Qué es el ser nacional? (1963), Nacionalismo y liberación (1969), y Peronismo y socialismo (1972). Juan Perón, en carta del 10 de diciembre de 1969 en que le agradece el envío del libro de ese año, formula un cálido elogio de toda su obra. En uno de sus párrafos le dice:

"Por todo lo que ustedes hacen allí con la difusión de la verdad tantos años oculta, yo deseo como argentino hacerles llegar, junto con mi encomio más entusiasta, mi felicitación más sincera. La causa de la revolución necesita de algunos realizadores, pero no menos de muchos predicadores que, empeñados en la tarea de persuadir, no cejen en el empeño de incendiarlo todo si es preciso.

Fermín Chávez, prologando la reedición del libro"¿Qué es el ser nacional" dice: ..."De seguro que más de un lector se verá sorprendido por tesis expuestas por quien vulgarmente aparece asociado al marxismo tradicional. Así en un punto histórico que ha sido hegemonizado por la "leyenda negra". Repasemos en lo que escribió Juan José:

"El menosprecio hacia España arranca de los siglos XVII y XVIII como parte de la política nacional de Inglaterra. Es un desprestigio que se inicia con la traducción al inglés, del libro de Bartolomé de las Casas "Lágrima de los indios: relación verídica e histórica de las crueles matanzas y asesinatos cometidos en veinte millones de gentes inocentes por los españoles". ."El título lo dice todo. Un libelo"

El análisis que nuestro autor realiza del intelectual pequeño burgués no concuerda con la visión tradicional de la izquierda internacionalista, ratificada por autores socialistas y comunistas. Sus observaciones responden a un realismo histórico, sin idealizaciones:

"La clase media tiende a la formación de grupos intelectuales que fluctúan, por diversos motivos, entre las élites que miran hacia arriba y los ghettos espirituales que miran hacia abajo. Esto explica la abundancia de intelectuales de izquierda que se pasan a la derecha ideológica, al conservatismo social. En realidad, los intelectuales son los que sienten más vivamente esta situación incierta que ocupan en la sociedad. Mientras la perspectiva de descender les lleva a la comprensión de la lucha que libra la clase trabajadora por otra parte les estimula a no caer en ella".

La enseñanza oficial que dominó en la Argentina a partir del llamado "proyecto del 80" será cuestionado por Hernández Arregui como un factor ineludible. Y así escribe sin pelos en la lengua:

"En la escuela le enseñaron a preferir el inmigrante al nativo, en el colegio nacional que el capital extranjero es civilizador, en la Universidad que la Constitución de 1853 ha hecho la grandeza de la Nación o que la inestabilidad política del país es la recidiva de la montonera o de la molicie del criollo. Este estado de espíritu, fomentado sutilmente por la clase alta aliada del imperialismo, distorsiona la conciencia de estos grupos, cuyo escepticismo frente al país favorece el pasivo sometimiento intelectual".

Y en otro párrafo de su libro de análisis sociológico:

"Estos intelectuales democráticos, a veces a pesar de ellos, sin conciencia de su verdadera situación al ligarse a la oligarquía, representan a la pequeño_burguesía proimperialista. El carácter uniformemente extranjerizante de sus escritos, refleja la naturaleza portuaria de esa mentalidad parasitaria del comercio de exportación. En esa literatura hay también una "voluntad de forma", en el sentido de Riegl. Una voluntad narcotizante en el doble plano estético y político".

Este pensador argentino no iluminista había de dirigir durante 1974 la revista Peronismo y Liberación. Un año antes, en 1973, al ser distinguido como Profesor Emérito de la Universidad de Buenos Aires, expresó categóricamente lo que sigue: "He pertenecido, pertenezco y perteneceré al Movimiento Nacional Peronista...". Es una autodefinición que no puede ser extraviada u omitida.(...) Fermín Chávez.

Fuente: www.pensamientonacional.com.ar



domingo, 19 de septiembre de 2010

SELECCION DE TEXTOS DE JOHN WILLIAM COOKE.

http://www.scribd.com/doc/15453387/John-W-Cooke-Seleccion-de-Textos
MUY INTERESANTE, ESTA ES UNA SELECCION DE TEXTOS DEL BEBE COOKE QUE PONEMOS A DISPOSICION DE LOS COMPAÑEROS.

viernes, 17 de septiembre de 2010

la noche de los lapices, maria seoane. version on line.

la noche de los lapices artista_ Cesar Lòpez Claro
http://www.scribd.com/full/30314330?access_key=key-1mwnae5sslcqenrnkr09

16 de Septiembre de 1976 " LA NOCHE DE LOS LAPICES"




El golpe de estado de 1976


En la historia de nuestro país, como en el resto de América latina, los golpes de Estado siempre estuvieron al servicio de la clase dominante y del imperialismo. Pero el golpe de Estado de 1976 se podría caracterizar no tan solo como el más sangriento vivido en la historia de nuestro país, sino también como el más pro-imperialista, ya que el estado político-económico que dejó la dictadura le sirvió al imperialismo para garantizar su hegemonía en la región durante décadas.
LOS OBJETIVOS DEL PROCESOUno de los objetivos más tenazmente buscado por la dictadura militar que gobernó entre 1976 y 1983 fue neutralizar a buena parte de la juventud y ganar a una porción para su propio proyecto reaccionario.
Para los que no encajaban en sus esquemas se aplicaban distintos métodos "preventivos", desde el asesinato y la desaparición, hasta la más refinadas formas de marginación social y psicológica, pasando, claro esta, por la clásica y tradicional prisión.
Cuando asumieron en 1976 los militares consideraban que en la Argentina había una generación perdida: la juventud. Esta, por la sofisticada acción de "ideólogos" se había vuelto rebelde y contestataria.
Si bien el gobierno militar toma en cuenta la situación en la que se encontraba la juventud argentina, no fue tan obstinado como para suponer que se debía atacar a toda la juventud por igual. La política hacia los jóvenes parte de considerar que los que habían pasado por la experiencia del Cordobazo y demás luchas previas a 1973, los que habían vivido con algún grado de participación el proceso de los años 73, 74 y 75, los estudiantes universitarios y los jóvenes obreros, eran en su mayoría irrecuperables y en consecuencia había que combatirlos. Para ello utilizaron un pretexto tan obvio como falaz: se trataba de subversivos reales o potenciales que ponían en riesgo al conjunto del cuerpo social. El ser joven pasa a ser un peligro.
Al mismo tiempo, y pensando en el largo plazo, se empieza a desarrollar una estrategia que va más allá de la eliminación del "enemigo". Se empieza a poner la mira sobre el relevo. Ahí están los estudiantes secundarios. Al momento del golpe tienen entre 13 y 18 años más de un millón de jóvenes.


Uno de los aspectos más dramáticos de la represión vivida en aquellos años fue el secuestro de adolescentes. Llegaron a 250 los desaparecidos que tenían entre 13 y 18 años, claro que no todos estudiaban. Muchos se habían visto obligados a abandonar la escuela para incorporarse al mundo del trabajo.
Pero de los procedimientos utilizados surge claramente que no se trataba de hechos aislados, sino de una investigación pormenorizada en distintas escuelas. En una entrevista concedida a un grupo de padres, un coronel de Campo de Mayo les expresó que se llevaban a los jóvenes que habían estudiado "en colegios subversivos para cambiarles las ideas".
El 16 de septiembre de 1976, 10 estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nº 3 de la Plata, son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Todos tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del servicio de Inteligencia del ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que califico al suceso como "accionar subversivo en las Escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".
Solo tres de ellos aparecieron un tiempo después. Pablo Díaz, uno de los liberados, declaró en el juicio a las ex juntas: "Yo pertenecía a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Plata y con los chicos del colegio fuimos a presentar una nota al Ministerio de Obras Públicas".
Levantaron chicos en algunos colegios que tenían "marcados" y enemigo era todo aquel estudiante que se preocupara por los problemas sociales, por fomentar entre los estudiantes la participación y la defensa de los derechos de los mismos.
HOY LOS LAPICES SIGUEN ESCRIBIENDO.


Hoy los estudiantes secundarios están de a poco recuperando aquella tradición de lucha y defensa por los derechos a una educación al servicio del pueblo y con mayor presupuesto.Hoy los secundarios, sector dinámico de nuestra sociedad, tienen un doble desafío, que es la de reconstruir la memoria de lucha de nuestro pueblo y la de reorganizarse para enfrentar eL calamitoso estado de nuestra educación, ya que ellos son los más perjudicados. hoy los jovenes que estudian en los secundarios en todo el pais desde el 2003 han recuperado la discucion politica y han vuelto a tener esa participacion que les fue arrebatada, hoy son ellos los qeu proponen una agenda posible a pesar de las imposibilidades planteadas por los sectores de poder que hacen oidos sordos a los reclamos que plantean estos cientos de estudiantes a traves de la lucha.
hoy esos jovenes, tantas veces criticados por su inactividad o su pasividad, son los que han dinamizado los betustos engranajes de la politica y le han devuelto la vida. son estos los jovenes que piensan y discuten otra argentina posible, y hacen politica, dejando de lado los prejuicios de la oligarquia,e involucrandose hoy mas uqe nunca.


Bibliografia consultada: Estudiantes secundarios: Sociedad y política, Berguier, Hechker y Schifrin.Comunicadores Solidarios - Agencia Latina de Información Alternativa, 16/09/2005

IMAGENES DE LA RESISTENCIA





















JOHN WILLIAM COOKE





LOS PROGRAMAS DE LA RESISTENCIA.

EL PROGRAMA DE LA FALDA
Para la Independencia Económica:a)Comercio exterior:Control estatal del comercio exterior sobre las bases de la forma de un monopolio estatal.Liquidación de los monopolios extranjeros de importación y exportación.Control de los productores en las operaciones comerciales con un sentido de defensa de la renta nacional.Planificación del proceso en vista a las necesidades del país, en función de su desarrollo histórico, teniendo presente el interés de la clase laboriosa.Ampliación y diversificación de los mercados internacio­nales.Denuncia de todos los pactos lesivos de nuestra independencia económica.Planificación de la comercialización teniendo presente nuestro desarrollo interno.Integración económica con los pueblos hermanos de Lati­noamérica, sobre las bases de las experiencias realizadas.b)En el orden interno:Política de alto consumo interno; altos salarios, mayor producción para el país con sentido nacional.Desarrollo de la industria liviana adecuada a las necesidades del país.Incremento de una política económica tendiente a lograr la consolidación de la industria pesada, base de cualquier desarrollo futuro.Política energética nacional; para ello se hace indispensable la nacionalización de las fuentes naturales de energía y su explotación en función de las necesidades del desarrollo del país.Nacionalización de los frigoríficas extranjeros, a fin de po­sibilitar la eficacia del control del comercio exterior, sus­trayendo de manos de los monopolios extranjeros dichos resortes básicos de nuestra economía.Soluciones de fondo, con sentido nacional a los problemas económicos regionales sobre la base de integrar dichas economías a las reales necesidades del país, superando la actual división entre "provincias ricas y provincias pobres'.Control centralizado del crédito por parte del Estado, ade­cuándolo a un plan de desarrollo integral de la economía con vistas a los intereses de los trabajadores.Programa agrario, sintetizado en: mecanización del agro, "tendencia de la industria nacional", expropiación del lati­fundio y extensión del cooperativismo agrario, en procura de que la tierra sea de quien la trabaja.Para la Justicia Social:Control obrero de la producción y distribución de la riqueza nacional, mediante la participación efectiva de los trabajadores:en la elaboración y ejecución del plan económico general, a través de las organizaciones sindicales; participación en la dirección de las empresas privadas y públicas, asegurando, en cada caso, el sentido social de la riqueza;control popular de precios.Salario mínimo, vital y móvil.Previsión social integral:unificación de los beneficios y extensión de los mismos a todos los sectores del trabajo.Reformas de la legislación laboral tendientes a adecuarla al momento histórico y de acuerdo al plan general de transformación popular de la realidad argentina.Creación del organismo estatal que con el control obrero posibilite la vigencia real de las conquistas y legislaciones sociales.Estabilidad absoluta de los trabajadores.Fuero sindical.Para la Soberanía Política:Elaboración del gran plan político-económico-social de la realidad argentina, que reconozca la presencia del movimiento obrero como fuerza fundamental nacional, a través de su participación hegemónica en la confección y dirección del mismo.Fortalecimiento del estado nacional popular, tendiente a lograr la destrucción de los sectores oligárquicos antina­cionales y sus aliados extranjeros, y teniendo presente que la clase trabajadora es la única fuerza argentina que representa en sus intereses los anhelos del país mismo, a lo que agrega su unidad de planteamientos de lucha y fortaleza.Dirección de la acción hacia un entendimiento integral (político-económico) con las naciones hermanas latinoame­ricanas.Acción política que reemplace las divisiones artificiales in­ternas, basadas en el federalismo liberal y falso.Libertad de elegir y ser elegido, sin inhabilitaciones, y el fortalecimiento definitivo de la voluntad popular.Solidaridad de la clase trabajadora con las luchas de liberación nacional de los pueblos oprimidos.Política internacional independiente. Volver
Programa de Huerta Grande
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El avance de los trabajadores en su lucha, la gran presión popular y la agudización de la crisis obligaron a la oligarquía a dar por finalizada la etapa encabezada por Aramburu y Rojas.Se dispone la convocatoria a elecciones generales con la participación de los partidos "democráticos" y la absoluta proscripción del Peronismo, que solamente le quedaba la posibilidad de votar en blanco u optar por el mal menor apoyando a alguno de los partidos autorizados.El razonamiento de la oligarquía consistía en que el movimiento peronista se iría disgregando paulatinamente, incorporándose a otros partidos existentes.Perón estaba muy lejos de su Patria, por lo que le quedaba a algunos de estos partidos lograr el apoyo de los dirigentes gremiales a través de una inteligente política de persuasión, presión, dádivas y corrupción.En lo económico, se inicia un período de concentración monopólica y desarrollo dependiente de sectores claves de la industria.Este proceso ser acompañado del intento a nivel político de encauzar bajo la hegemonía de la gran burguesía monopólica a la clase trabajadora.Esta política representa el frondi-frigerismo a nivel de los partidos políticos y dio origen a la tendencia 'integracionista' dentro del sindicalismo (Eleuterio Cardozo); será luego el vandorismo, como concepción, quien más fielmente se adaptará a una nueva situación política, económica y social del sistema de dependencia.Los votos peronistas ante las elecciones de 1958 se dividieron entre los que se emitieron en blanco y aquellos en los que se acató la orden del General Perón de votar á Frondizi, dada a último momento a raíz del compromiso que éste último había asumido al firmar el acuerdo en base a una defensa de lo nacional y popular (incluía la devolución de la CGT y la sanción de una ley de asociaciones profesionales que respetara la estructura y principios del sindicalismo nacional).El incumplimiento de dicho acuerdo dejaría al gobierno sin base de sustentación social, como ocurrió en diciembre cuando Frondizi definió con claridad sus propósitos.En enero de 1959, y a raíz de la huelga general de solidaridad lanzada por las 62 Organizaciones con los obreros del frigorífico municipal Lisandro de la Torre que se oponían a su privatización, Frondizi pone en marcha el Plan Conintes y desata una represión masiva contra el pueblo trabajador.Comienza aquí una nueva etapa de dura y violenta lucha contra la represión y el régimen pro-imperialista.La defensa de la Soberanía Nacional y la reconquista de la CGT serán grandes banderas del movimiento obrero que alcanzará en marzo de 1961, a través de la 'Comisión de los '20', la devolución de su central sindical (CGT).En el plano político, el Movimiento Peronista se aprestaba, esta vez, a enfrentar al régimen de una manera positiva: dentro de sus propias leyes y armas, librando la batalla electoral frente a la convocatoria para elegir gobernadores y legislaturas provinciales en 1962.En la Provincia de Buenos Aires las elecciones van a adquirir una gran importancia política.El 18 de marzo las urnas revientan de votos peronistas constituyendo el triunfo masivo más importante que haya obtenido el peronismo desde 1955, pese a las maniobras del régimen y las actitudes divisionistas y colaboracionistas de dirigentes como Iturbe y Vandor.A este triunfo contribuyó enormemente, no sólo el sentimiento peronista mayoritario, sino también el extraordinario apoyo de los trabajadores del Gran Buenos Aires, cuyas organizaciones obreras llevaban como candidatos, entre otros: a gobernador, Andrés Framini (textiles), a diputados: Sebastián Borro (Frigorífico Nacional), Jorge Di Pasquale (Farmacia), Roberto García (Caucho), Eustaquio Tolosa (Portuarios).Los gorilas, que habían esperado el resultado con la bayoneta calada, de la mano de la oligarquía dan el golpe y anulan el resultado de la voluntad popular.En esta situación nacional de honda crisis, reflejada en el derrocamiento de Frondizi por los militares que no se deciden a tomar en sus manos directamente el gobierno, sino que permanecen vacilantes y divididos; y en un marco internacional que se consideraba favorable para las luchas de los pueblos (los procesos de Cuba y Egipto estaban muy presentes), el Movimiento Obrero presenta su Programa.En un Plenario Nacional de las "62 Organizaciones' realizado en Huerta Grande, Provincia de Córdoba, se aprueban como objetivos programáticos a imponer al gobierno los puntos que constituirán una profundización de los contenidos antioligárquicos del Peronismo, de acuerdo con el "giro a la izquierda" alentado por el General Perón desde Madrid, y que fuera expresado en un largo discurso por Andrés Framini.Amado Olmos, el gran dirigente del gremio de la Sanidad, fue otro de los más destacados protagonistas del encuentro y propulsor de las trascendentales definiciones alcanzadas.Roberto Baschetti. Documentos de la resistencia peronista 1955-1970Editorial De La Campana, La Plata, 1997.
EL PROGRAMA DE HUERTA GRANDE
1.Nacionalizar todos los bancos y establecer un sistema bancario estatal y centralizado.
2.Implantar el control estatal sobre el comercio exterior.
3.Nacionalizar los sectores claves de la economía: siderurgia, electricidad, petróleo y frigoríficas.
4.Prohibir toda exportación directa o indirecta de capitales.
5.Desconocer los compromisos financieros del país, firmados a espaldas del pueblo.
6.Prohibir toda importación competitiva con nuestra producción.
7.Expropiar a la oligarquía terrateniente sin ningún tipo de compensación.
8.Implantar el control obrero sobre la producción.
9.Abolir el secreto comercial y fiscalizar rigurosamente las sociedades comerciales.
10.Planificar el esfuerzo productivo en función de los intereses de la Nación y el Pueblo Argentino, fijando líneas de prioridades y estableciendo topes mínimos y máximos de producción.
FUENTE: ROBERTO BASCHETTI LA DOCUMENTOS DE LA RESISTENCIA PERONISTA 1955/1970.

16 de septiembre de 1955 golpe de estado al general PERON.

Antecedentes históricos
El golpe del 16 de septiembre de 1955 encontró inmediata respuesta en la clase trabajadora: movilizaciones de las bases, asambleas en fábricas, huelgas y sabotajes serán una constante ante el atropello impuesto por los 'libertadores", que intervinieron a la CGT, asaltaron con comandos civiles a los sindicatos, inhabilitaron a miles de dirigentes en su mayoría peronistas, e hicieron de las cárceles el destino de muchos de éstos.Todo ello lo realiza la dictadura de Aramburu para llevar adelante el Plan Prebisch, favorable a la oligarquía y los monopolios.Así se liquidó el IAPI, las empresas estatales de DINE, se prohibió el símbolo y propio nombre de Perón o Peronismo, se derogó por decreto la Constitución de 1949 buscando retrotraer el país a la época de la Década Infame.La respuesta de lucha de los trabajadores se realizó en forma espontánea en manos de cuadros de segunda y tercera línea del Movimiento Peronista conjuntamente con los dirigentes que quedan al frente de la CGT Auténtica, como Andrés Framini (textiles), Dante Viel (estatales), y Natalini (Luz y Fuerza) ante la deserción de las primeras líneas.Ellos protagonizarán junto con dirigentes surgidos después de 1955, delegados o miembros de comisiones internas de fábricas, una lucha frontal, masiva y directa contra el régimen, que va a durar hasta el 9 de junio de 1956.A partir de allí, demostrada la imposibilidad de una recuperación rápida del gobierno, se hizo necesario replantear la lucha, variando de un enfrentamiento directo a uno indirecto.La posibilidad y la necesidad de recuperar los sindicatos en manos de los interventores militares motoriza al activismo gremial, que conforma con ese objetivo las Agrupaciones Sindicales.En los años 1956 y 1957, la lucha por la recuperación de los gremios se centró fundamentalmente en los sindicatos industriales,La gran mayoría de los nuevos dirigentes, como Sebastián Borro en el Frigorífico Lisandro de la Torre, fueron peronistas y su lucha tuvo un verdadero carácter nacional.Así, la primera CGT Regional recuperada fue la de Córdoba, que el primero de julio de 1957 elige en Plenario General a Atilio López de UTA como Secretario General (CGT legal).Los sindicatos y delegaciones regionales recuperadas formaron la "Intersindical' que el 12 de julio de 1957 lanzó un paro general que fue acatado en todo el país, obligando al gobierno a convocar al Congreso Normalizador de la CGT intervenida hasta ese momento por el Capitán de Navío Patrón Laplacette.En este Congreso los intentos del interventor por lograr una dirección dócil apoyado por los sindicatos que habían sido entregados por los gorilas a los grupos sostenedores del sindicalismo amarillo, fracasan.De los 94 gremios presentes se retiran 32.Esta actitud lleva a la ruptura del Congreso y el nacimiento de las "62 Organizaciones' integradas por los sindicatos que permanecieron en el recinto.Este hecho histórico revitalizó al peronismo en su conjunto ya que constituyó la culminación de un esfuerzo por vertebrar una rama gremial peronista en las difíciles y duras condiciones impuestas por el régimen oligárquico.En ese mismo año 1957, en el mes de julio, la dictadura militar decide convocar a elecciones de Constituyentes para reformar la Constitución.La oligarquía y el imperialismo no podían soportar la vigencia de la Constitución de 1949 y era necesario derogar los principios que afirmaban la vigencia de la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, para ir preparando las condiciones políticas y jurídicas que darían piedra libre a las inversiones extranjeras.En las elecciones de Constituyentes el peronismo proscrito adoptó la táctica voto-blanquista, y más de dos millones de votos en blanco expresaron claramente el repudio del pueblo a esta convocatoria.El Movimiento Obrero continuó asestando golpes al gobierno dictatorial a pesar del estado de sitio, de los encarcelamientos y proscripciones de dirigentes.El 27 de septiembre de 1957 cuarenta gremios recuperados convocaron a un paro nacional que fue unánime.En ese marco de resistencia obrera y lucha política del peronismo contra las proscripciones y la entrega, la CGT de Córdoba convocó a un Plenario Nacional de Delegaciones Regionales de la CGT y de las 62 Organizaciones, realizado en la localidad de La Falda, provincia de Córdoba, donde se aprobó un programa obre- ro, que constituyó un auténtico programa de gobierno, claramente antioligárquico y antiimperialista enmarcado en las grandes banderas históricas del peronismo, y un verdadero aporte del Movimiento Obrero Argentino en la lucha por la Liberación Nacional y Social de nuestra Patria.
Roberto Baschetti.
Documentos de la resistencia peronista 1955-1970Editorial De La Campana, La Plata, 1997.

martes, 7 de septiembre de 2010

7 de septiembre de 1947 se sanciona la ley 13 010 del voto femenino.





A comienzo del siglo XX el mo

delo femenino en la Argenti

na estaba cambiando. Las mujeres, aún aquellas que tenían

su á

mbito de desarrollo en el seno del hogar, aprendieron de los hombres y de las noticias que l

es llegaban desde Europa y Est

ados Unidos, que ellas también tenían derechos.

Para la legislación de esos años las mujeres no tenían presencia cí

vica, dependían de su padre y, de ser casadas, de su esposo.

A partir de 1919 varios diputados comenzaron a presentar proyectos de ley par

a instaurar el voto femenino obligatorio. Pero ellos chocaban constanteme

nte contra los mismos prejuicios, que colocaban a la

mujer en una situación de reiterada duda con respecto a su capacidad

y madurez para hacer uso de ese derecho.

En

1927, en la provincia de San Juan, el entonces gobernador Federico Cantoni sancionó una nueva Carta Orgánica para la provincia que

, entre otras novedades, extendía el voto a las mujeres.

Según el nuevo texto, las mujeres no sólo tenían derecho a votar sino ta

mbién a ser elegidas para desempeñar cargos públicos. En abril de 1928 ellas tuvieron ocasión de estrenar sus libretas cívicas y dieron una sorpresa: votó el 97

por ciento de las inscriptas, frente al 90 por ciento de los varones. Además, una mujer -Emilia Collado- fue elegida intendenta de Calingasta, y ot

ra -Ema Acosta- diputada.

Pero en diciembre de ese año el gobernador Cantón fue depuesto, la Ley fue derogada y las mujeres e

liminadas del padrón electoral.

En 1945, desde la Secretaria de Trabajo y Previsión, el entonces coronel Juan Domingo Perón inauguró una polít

ica específica dirigida a las mujeres. En ese ámbito creó la División de Trabajo y Asistencia a la Mujer. Se reflo

tó la cuestión del sufragio femenino. El 26 de julio de 1945, en un acto celebrado en el Congreso, Perón hizo explícito su apoyo a la inic

iativa. Se formó entonces la Comisión Pro Sufragio Femenino.

En 1946 Eva Duarte de Perón pasó a presidir esa Comisión, y comenzó a pre

sionar para que se sancionara la ley. Para alcanzar el objetivo emprendió una campaña incesante con los legisladores, con las del

egaciones que la visitaban, con las mujeres agrupadas en los centros cívicos, a través de la radio y de la prensa. El mensaje de Evita iba dirigido a t

odo el universo femenino, y las mujeres lo hicieron suyo y pasaron a desempeñar un pap

el activo.

Se realizaron mítines, se publicaron manifiestos y grupos de obreras salieron a las calles a pegar carteles recla

mando la aprobación de la ley. Centros e instituciones femeninas

emitieron declaraciones de adhesión. Evita fue reconocida por las mujeres como su portavoz natural.

El 9 de septiembre de 1947, con los palcos del Congreso repletos de mujeres, se logró la sanción de la Ley Nº 13.010, que se promulgó el 23 de septiembre del mismo año. El 11 de noviembre de 1951, las mujeres argentinas emitimos por primera vez nuestro voto. En esa ocasión votaron 3.816.654 mujeres.

El 63,9 por ciento lo hizo por el Partido Peronista, el 30,8 por ciento por la Unión Cívica Radical. A su vez, el Partido Peronista fue el único de ambos que llevó mujeres en sus listas. En 1952 asumieron sus bancas 23 diputadas y seis senadoras.

El voto femenino es la norma que nos iguala como ciudadanas de las sociedades que integramos, y ello gracias a la ardua lucha de nuestras antecesoras, que bregaron afanosamente en la búsqueda de esa igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.

Ellas, las feministas, fueron sin duda mujeres que desafiaron su tiempo, y se convirtieron en los primeros peldaños de una lucha que luego continuaron otras, y que hoy tenemos la obligación de sostener y acrecentar nosotras.

Desde el fondo de la historia aún resuena en nuestra memoria la voz de aquella extraordinaria mujer: María Eva Duarte de Perón, cuando desde los balcones de la Casa de Gobierno, en aquel momento extraordinario, nos decía:

“Mujeres de mi patria: recibo en este instante de manos del gobierno de la Nación la Ley que consagra nuestros derechos cívicos, y la recibo ante vosotras, con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria.

Aquí está, hermanas mías, resumido en una letra apretada de pocos artículos una historia larga de lucha, tropiezos y esperanzas.”